intentando evitar lo inevitable,
un pensamiento lleva a otro,
y una mirada a otra
y la sangre se me altera,
me convierto en cafetera,
tiemblo, me excito,
ardo cual rama seca,
me parto en mil pedazos,
hierve mi sangre
y sale en gotas de vapor
por la comisura de mis ojos
que solo ven lo que no quieren ver,
lo inevitable,
que llega como una ráfaga de viento caliente
y arrasa con todo a su paso
destruyendo incluso lo indestructible
y resurjo de entre mis ruinas
como una gata salvaje
con ganas de mas y mas
de gastar mi amor
hasta dejar de amarte
de ir llenando mis heridas,
rellenando mis huecos
con besos y caricias
con mentiras que suenan a poesia
y poesia que solo dice mentiras.
poeta de la mentira....